Singapur, el país que hace apenas 48 años se independizó de Malasia, celebra su fiesta nacional con una población orgullosa del milagro económico y del camino recorrido hasta alcanzarlo, reseña ABC.
La isla, de un tamaño ligeramente superior a la provincia de Madrid, cinco millones de habitantes, y con una renta per cápita de casi 46.000 euros, es, medio siglo después, uno de los países más ricos del planeta, gracias a su entorno favorable para los negocios y la inversión, un sistema transparente sin apenas corrupción, precios estables, tipos de interés bajos, infraestructura moderna y altos niveles de educación.
Para Federico Palomeras, embajador de España en Singapur, “las claves del éxito son tan fáciles de enjuiciar como difíciles de conseguir: todo el mundo habla inglés, hay una legislación fiable y estabilidad política, ausencia de corrupción y una situación geográfica privilegiada”.
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