Alejandro Sanz critica a los bancos de su país porque “solo dan disgustos”

Alejandro Sanz critica a los bancos de su país porque “solo dan disgustos”

El cantante español Alejandro Sanz, que recibirá el 6 de noviembre el título de doctor honoris causa en la Universidad de Berklee, instó hoy a apoyar la educación y la cultura y criticó que “en España lo que más se subvenciona son los bancos, que no dan más que disgustos en muchas ocasiones”.


“En España nuestra forma de entender el capitalismo está muy basada en la inmediatez, en el pelotazo, y no en el desarrollo de las buenas ideas y fomentar una educación amplia y profesionalizada. Nos gusta más esa cosa de invertir en el ladrillo, que es algo mucho más fácil, en vez de invertir en el futuro”, aseguró Sanz en una entrevista telefónica con Efe tras anunciarse la distinción.

El cantante de “Corazón partío” se suma en la prestigiosa universidad musical de Berklee (Boston, Massachussets) a artistas como Duke Ellington, Aretha Frnaklin, Paul Simon y Sting en este título y siempre se ha mostrado defensor de los derechos del artista en canciones como “No es lo mismo”, donde afirmaba “mi voz no te la vendo”, o en su último disco, titulado “La música no se toca”.

“Siempre he dicho que España es una cantera de talento en todas las disciplinas. Y lo único que hay que hacer es cuidar esos talentos, que se empiece a invertir más en ellos. Hay a quien le parece mal que se subvencione la cultura o el I+D (…) Este reconocimiento es una oportunidad para pedir más por la educación, que es la que nos va a hacer salir de la crisis”, añadió.

El cantante y compositor, ganador de 3 premios Grammy y 16 Grammy Latinos, se instaló hace años en Miami y reconoce que, para su profesión, encuentra allí una mejor proyección y más facilidades.

“Nuestro mercado es de prácticamente 500 millones de hispanohablantes en el mundo. Miami era un punto neurálgico, perfecto, equidistante de todos los países susceptibles de desarrollo respecto a lo que yo hago. Si nos quedamos solo mirándonos el ombligo mal nos va a ir”, sentencia.

Aunque también reflexiona sobre otro tipo de emigración del talento, no tanto por la proyección como por la necesidad. “El español que emigra a EEUU no es el que va a trabajar a los bares. Son profesionales de oficios, con educación media alta que van a desarrollar profesiones cualificadas. Está emigrando el talento, eso es lo que está pasando. Y Estados Unidos les ofrece una oportunidad para poder triunfar en su rama”, asegura.

Tras recibir reconocimiento por parte del país con más peso en la industria de la música, Sanz ha recibido la llamada de su amigo Juan Luis Guerra, que también ostenta ese honor, y que le ha contado cómo será la ceremonia de noviembre. “Me ha contado un poco como va el proceso, interpretan algunos temas míos con orquesta”, explicó.

Sanz comenzó en 1991 con “Viviendo deprisa”, pero, precisamente, esa ha sido la antítesis de su máxima. “Mi carrera es una carrera de fondo. A pesar de que tuve un arranque así tan fuerte lo más importante es el trabajo que se ha hecho para mejorar”, dice.

“Mi música ha ido evolucionando, obviamente. Hay alguna canción a la que le cuesta pasar el tamiz del tiempo, sobre todo el primer disco. Luego había un afán por que pudieran permanecer, superar la criba del tiempo”, agrega, y confiesa que prefiere no volver a escuchar sus discos una vez en el mercado.

“Nunca escucho un disco mío cuando lo termino. Alguna vez cuando un amigo me pone alguna canción mía en el coche empiezo a descubrir pequeñas cosas que me hacen pensar que el subconsciente también escribe, y escribe mejor de lo que somos capaces de entender en ese momento que estás haciéndolo”, asegura.

Y así, Sanz, autor de canciones como “Cuando nadie me ve” y “Amiga mía”, reconoce que en su rutina diaria, pese a la fama y el éxito, es simplemente él.

“Hay tantas realidades como personas. Cada persona es un mundo y el problema es cuando te crees que tu mundo es el mundo. Me agarro a la poesía porque es un mundo de todos, en ese mundo me puedo mover con facilidad y el que lo escuche después no se va a sentir ajeno a lo que estoy contando”, concluye. EFE

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