Diosa Canales es, actualmente, una de las mujeres más deseadas de Venezuela. Su cuerpo desnudo ha despertado la libido entre los hombres que buscan detallar su figura impresa en las páginas de Playboy o en los portales de internet que, semanalmente, revelan nuevas fotografías de la Vedette. El corresponsal de Informe21 en Madrid, José A. Puglisi, ha entrevistado de forma exclusiva a la reconocida “bomba sexy” para saber un poco más sobre la mujer que les quita el sueño a los venezolanos.
Con la piel canela bronceada por el cálido sol tropical, Diosa Canales ha conquistado la pasión y el corazón de los venezolanos. Son pocos los que logran resistirse al encanto de su cabello azabache ?como noche sin estrellas? y al misterio de su mirada gitana, que recuerda el misticismo de tiempos lejanos. Todo un esplendor que ha ganado popularidad en las redes sociales tras el famoso desnudo por twitcam, pero cuyos orígenes se remiten a cuando la “bomba sexy” tan sólo tenía 16 años.
Según se comenta, tus primeras fotos al desnudo fueron a tus 16 años, ¿es verdad?
Digamos que esas fueron mis primeras travesuras
Una travesura que aún practicas, ya que Diosa no tiene problema de mostrar su figura como Dios la trajo al mundo, pero ¿alguna vez alguien ha logrado desnudar tu pensamiento?
Para poder desnudar el cuerpo, hay que tener el pensamiento desnudo. Si no, no puedes desnudar ninguno de los dos.
¿A qué hombre y mujer te gustaría ver desnudos?
¡A todos! (risas). Si yo te pidiera que nos desnudemos para la entrevista, ¿lo harías? (risas)… es una broma… [Un reto que no pudo realizarse por las distancias geográficas]
¿Cuál es la prenda que, por pudor, te cuesta más quitarte en un desnudo?
Ninguna, me da igual. Al contrario, cuando me desnudo tengo una sensación de libertad increíble.
Antes de las elecciones presidenciales aseguraste que cenarías desnuda con el vencedor y según tengo entendido no se concretó, ¿qué sucedió?
Con respecto al desnudo hay muchos tabúes. Seguramente que un presidente no lo haría por su investidura. No obstante, le prometo al Presidente que voy a vestirme para esa cena y espero que sea pronto. Yo me adapto a la dieta que él tenga. Al Rey David, cuando estaba enfermo, le llevaban las doncellas para que le dieran calor… así que yo puedo darle calor…
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